Tomado de https://9gag.com/gag/3992294/beggar-and-mirror

Por: Adriana Arana

Cuando creíamos que hablar de pobreza absoluta era remontarnos a una situación del pasado, nos encontramos frente a la compleja realidad de este 2020, que parece haber borrado los avances alcanzados en cuanto a reducción de brechas se refiere.  Sin habernos recuperado por completo de los estragos que causan los fenómenos naturales periódicos que acontecen en nuestro territorio tan diverso, y luego de vernos anegados por escándalos de corrupción, ahora resultamos naufragando en una pandemia que ha coartado nuestra capacidad para hacer frente a la lucha diaria por sobrevivir, y este factor nos afecta a todos, aunque no sea por igual.

Al hablar de pobreza, como la condición por medio de la cual los hogares no pueden acceder a los recursos mínimos para cubrir sus necesidades básicas, debemos asustarnos con lo que está pasando en la actualidad, porque resulta que no solo se trata de algo que atañe a aquellas familias que viven en sectores marginales de la ciudad, que viven del “rebusque diario” o de la venta ambulante o del trabajo informal… ya no, la realidad actual es que es una condición que está invadiendo también a hogares de estrato medio, sostén de la economía; es decir, aquellos residentes en los sectores clasificados socioeconómicamente como 3 y 4. Y tienen un agravante adicional, y es que, por las condiciones de su entorno, son etiquetados como no vulnerables y, por ende, son invisibles para la intervención humanitaria del Estado.

Estos hogares invisibles están conformados por personas cuya formación académica es más alta que la del promedio de los estratos bajos, pero que en estas condiciones no han podido usar ese “plus” como factor diferencial para blindarse del efecto que el estado de emergencia está dejando en la economía nacional. Son hogares que han visto seriamente disminuidos sus ingresos, bien sea por la pérdida del trabajo, la disminución de sus salarios o la desaparición de sus emprendimientos….pero sus gastos siguen igual o en alza, porque conservan el espíritu de supervivencia. La mayoría no tiene el valor de colgar un trapo rojo en su ventana para pedir ayuda, y espera con paciencia a que esto “se normalice” algún día, pero ya han pasado dos meses desde que empezó el aislamiento preventivo y las noticias no son alentadoras en términos de expectativas. Sufren en silencio, y aún no han llegado al límite para salir a bloquear vías o ejercer alguna otra acción que les permita hacerse notar…sin embargo están ahí, soportando, sobreviviendo, endeudándose con el sistema bancario, esperando a que esto pase…son familiares, vecinos y conocidos, son una nueva realidad antes no vista.

Como amante de las estadísticas, espero con ansias pero con extrema preocupación, conocer en cuántos millones habremos aumentado nuestras cifras de pobreza, tanto monetaria como multidimensional. Sin embargo, con mayor interés espero las acciones que desde las diferentes instancias del gobierno nacional, se deberán emprender para apoyar a este sector de la población que, si bien no es considerado como prioritario para la atención, sin duda es indispensable para levantar de nuevo la economía del país.

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Claudia Stella Arana Quiñones

Excelente

Yajaira

Es la realidad más clara y objetiva que he leído en todo este tiempo de aislamiento. Solo nos queda revestirnos de mucha más paciencia, para seguir sobrellevando esta triste pero real situación.

Yency Garcia

Excelente artículo, se refleja con claridad la situación de muchísimas personas que quedamos en un limbo económico.

Sonia Arias

Es la realidad por la que estamos atravesando muchos, invisibles para los apoyos pero tengamos por seguro que nos volveremos visibles para los impuestos y demás cobros que se nos impongan, excelente texto para esta dura realidad!

Francy Perdomo
Última edición  Sonia Arias

Excelente ilustración de una triste situación… Esperemos que las cifras puedan soportar decisiones en el futuro cercano y guarden coherencia con las grietas evidenciadas tanto en lo económico como en lo social.

Alba

Sin palabras. Mejor no se puede describir esa dura realidad.

Jorge Luis

Creo que no hay una radiografía más perfecta de la que estamos viviendo , las mentiras del estado son más evidente , es mentira en cuanto al subsidio para los servicios públicos y para los que tenemos hipotecas , lo único que están haciendo es aumentar la deuda , esto se convertirá en un caos de supervivencia más adelante